Un barista no es alguien que está detrás de un mostrador sirviendo cafés, es un conocedor, un artesano alguien que dedica su vida al café, tratando de mejorar mirando siempre por encima y por delante de sí mismo. El café requiere mucho de uno mismo, pero también te da mucho a cambio. No es tan solo un fruto o una bebida, es mucho más.
El café es una artesanía a la que pocas veces se le presta atención y a la que por desgracia profesionales y consumidores, ya sea porque es algo que casi puedes encontrar en cualquier parte o porque no entienden el café más allá de un brebaje oscuro y amargo. Porque hay muchos profesionales que no saben o no se interesan en cómo se prepara un café y muchos más consumidores que no exigen calidad.
Es algo muy bizarro pensar que algo aparentemente tan común no puede ser especial y ese es uno de los retos de un barista, sorprender, educar y mostrar que esa simplicidad que puede parecer una taza es en realidad algo mucho más complejo, un pequeño gran mundo en un taza.
El café es personalidad, variedad, origen, agronomía, beneficio, tueste y elaboración no son muy distintos de algo más de los humanos los genes, el lugar y el ambiente en el que crecemos, la educación y los recursos a nuestro alcance, la sociedad en la que desembarcamos siendo adultos y finalmente la convergencia de todos estos y mucho mas, la personalidad, algo que cambia día a día algo en constante evolución.
Una taza café es esa personalidad contenida en la semilla, los genes y la variedad son lo que define en cierta manera la base, el lugar y ambiente donde crece u origen es lo que extiende en mayor o menor grado esa base, la educación y los recursos son los cuidados y nutrientes que recibe durante su desarrollo los cuales partiendo de la base definen lo alto que puede llegar.
La sociedad es el beneficio y el tueste, con el primero la pirámide creada por la variedad el origen y el cuidado del cafeto se convierte en una cordillera donde las distintas cimas son otra vez lo alto que puede llegar pero con distintos destinos finales, junto al tueste se crean caminos a las distintas cimas, todas ellas con diferentes características, es como adaptamos y modificamos ese ese camino pero también la cima del mismo.
Por ultimo e igual de importante la elaboración que es simplemente recorrer y descubrir ese camino, entenderlo y disfrutarlo. Este último si eres barista es más, ya que tú eres el que debe recorrer ese camino descubrir que tan alto llega y entender cómo llegar hasta allí, disfrutarlo, para poder guiar a otros por ese camino para comprender ese café esa personalidad única que no se repetirá más.
Antes he hablado de que conseguir que la gente redescubra el café es uno de los retos, pero quizás el más complejo sea mucho más personal, una mezcla de curiosidad y pasión.
¿Qué tan profundo y complejo es el café, que tan alto puedo llevarlo?